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Ciudad de Amenti (Intraterrena) – 7D
Hábitat de Ancianos – Vida de
Sabiduría
Penetrar
en la Ciudad Intraterrena de Amenti, es entrar en una cueva en la que la
sabiduría adquirida representa el mundo, que todos sus habitantes comparten. El
mayor exponente de esta Ciudad es su cualidad experiencial puesta en el tiempo
y para el tiempo, pues allí se puede encontrar toda la riqueza adquirida en
cada una de las diferentes rondas planetarias, en sus orígenes y razas. Nada es
desechado o no tenido en cuenta, si es experiencia. Se trataría de la Ciudad de
las almas que han contribuido en convertir en eterna la misma vida, a través de
su propia experiencia elevada a sabiduría.
Es
intraterrena porque permanece oculta a la vista de todos, simplemente porque no
es para todos. Se trata de un tema vibracional. La característica de ancianidad
no la da el tiempo, pues en Amenti podemos encontrar niños y jóvenes, en ningún
caso se trata de una ancianidad de la forma, sino todo lo contrario, se trata
de la ancianidad del Espíritu que pervive latente para que en su momento pueda
ser requerido. Se deja ver a las almas que en su búsqueda necesitan un guía con
unas cualidades muy concretas, y se presentan a ellas desde el interior de sus
cuevas, en muchas formas o características, justo las que precise la entidad en
cuestión. Por lo que son permeables y livianas, concretas y abstractas o bien
tienen forma y color.
Para
que la Ciudad de Amenti se “deje ver”, es imprescindible haber cruzado portales
planetarios y haber asentado la luz de la conciencia en la 4D, jamás puede
siquiera intuirse desde la 3D. Entrar en la Ciudad de Amenti es pasear por lo
aparentemente agreste e inhóspito de lo oculto, es una comunicación profunda
con “el más allá”, donde no existen cuestionamiento basados en la lógica o la
racionalidad, sino que existe vida sin forma, vida puramente experiencial, que
sabe que tras cada experiencia hay que morir para transformar y que solamente
desde la oscuridad y desde el punto único de intimidad de uno con Dios, es
posible lograrlo. En esta Ciudad, no se puede ingresar como ciudadano, ni se
puede entrar a curiosear, ni se pueda pasear para ver como es. Esta Ciudad
mantiene viva la sacralidad universal en su interior, es una Ciudad de guías,
que no de maestros. Es una Ciudad que está conectada directamente a la Mesa de
Ancianos, quienes puntualmente son invitados a participar de los planes de vida
del logos planetario, cuando aparecen procesos que tienen que ser
experiencialmente cotejados. Desde aquí se crean realidades para dotar a la
vida planetaria de oportunidades, en las secuencias en las que las almas se han
quedado en bucles o en sinastrías adormecidas, por experiencias traumáticas y
de índole puramente material. También es importante que la sabiduría del
anciano esté presente ante la inmadurez de algunos aspectos inferiores de las
almas, pues tenemos que tener en cuenta que existen muchas almas en el planeta
en procesos kármicos, lo que significa que permanece algo inmaduro en ellas que
no las libera de la causa-efecto y por ello siguen aprendiendo, estas entidades
son perfectas para conectarse con la Ciudad de Amenti y sentir la sabiduría que
pertenece a la experiencia.
La
Ciudad de Amenti se encuentra en la zona inexplorada entre el norte de Egipto,
en la zona de Gizah. Cubre la totalidad de la meseta, que fue en su día
horadada, desde tiempos tan arcanos que es imposible datarlos. Podemos asegurar
que los lemurianos ya conocían la Ciudad, pese a que es cierto que no estaba
tan enriquecida como lo está actualmente. Este enriquecimiento se debe a que el
valor de la experiencia se puede encontrar aquí, es por ello que si no valoras
tus experiencias, puedes solicitar a la Ciudad de Amenti, que su sabiduría te
acompañe durante el tiempo que necesites para recuperar tu valor interior. Allí
existirá el anciano/a que pueda llegar a tu corazón e impregnarlo de la
sabiduría que él si valoró.
Actualmente
en un espacio concreto de la Ciudad, que se conoce como los Salones de Amenti,
se encuentran diez familias, representando al plan original, que pertenecen al
Concilio de Gaia y que vibran en resonancia con la realidad intangible y
arcana, que fluye en el propósito del corazón planetario. Esta Ciudad no tiene
principio ni final, es un hábitat latente de riqueza y ancianidad que crea y
entrega lo que mejor sabe hacer, madurez, equilibrio y serenidad ante los
ritmos de la experiencia terrenal.
Temple Inanna