Se
trata del elemento más desconocido para la ciencia que existe. Podríamos decir
que es el vehículo en el cual se produce y gesta toda creación, lo que
conocemos como el Gran Útero Cósmico. En él se registran todas las experiencias
de todas las entidades cósmicas. Contiene y suscribe todos los registros
imaginables. Se trata del elemento que ocupa todos los espacios vacios del cosmos.
No obstante, tiene que decirse que la denominación de Éter, es a título
identificativo, pues se sabe que aún existen por lo menos dos Elementos más que
son más sutiles que el Éter.
La
creación determina unas características vibracionales de una singular expresión
de frecuencias, que son soportadas por este Elemento, en el cual todo lo que
existe, permanezca en el estado cuántico en el que permanezca, es sustentado
por el Éter. Las atribuciones que algorítmicamente se otorgan a esta
potencialidad son intangibles para la conciencia humana, debido a que no está
desarrollado en la actualidad conciencial, el canal de información por el que
puedan expresarse todos los Elementos sustentadores de la creación cuya fuente
se encuentra en la realidad inmanifestada del Logos Planetario o Alma
Planetaria.
Representaría
para el planeta el Reino que en diferentes tendencias espirituales se denomina
Reino Angélico. Sin este Reino no es posible que se sustente la vida. El Éter
es el Elemento que vincula el Cielo con la Tierra y viceversa, de modo que nada
se precipite mientras la experiencia representa el cáliz de la evolución de las
Almas.
Temple Inanna