No
cabe duda de que es el Éter Primordial el aspecto del Elemento Éter más
esencial de todos, es por ello que podríamos decir que este Éter no tiene más
que la Gracia de la intención del Espíritu Volitivo y que siempre estuvo desde
el impulso primero de su proyección mental cocreadora. Lo que significa que es
el primero y que siempre lo será, sin esta presencia ante el impulso primero
del Espíritu no existiría nada. El Éter Primordial está constituido a un mismo
tiempo de la voluntad más primordial del propio Universo y de su Espíritu
Creador, las religiones y las tendencias lo han denominado Arcángel Miguel,
Aleph Tsebayot, etc… la activación de este subelemento es de vital importancia
en todos los procesos de vida, ya que significa el primer algoritmo que se
desprende del Espíritu Volitivo en su diseño de creación y por tanto sin él no
existe nada más. Debido a su capacidad y fuerza iniciática es precursor de todo
lo que existe no siendo por ello en ningún caso el reflejo del Creador, sino
simplemente su capacidad primordial primera de creación, pues sin los demás
aspectos no se completaría su intención. Activar este Éter en el Ser significa
reconectarlo con su impulso creador y su voluntad de Ser, como conciencia
triple logoica, pues mientras el Alma no alcanza ese estado, no puede saberse
cocreador por lo que se alimenta del Espíritu de la Entidad Miguel o bien del
Impulso Creador de sus semejantes y nunca del propio. El Éter Primordial
solamente será consciente para el Ser en su iniciación como Ser Elohim, nunca
antes.
Temple Inanna