En este espacio sagrado
se unen dos elementos vitales de preferencia en el Cielo, la Diosa y el Templo.
El templo no es más que esa construcción que los sabios templarios arquitectos
de Dios, diseñaron y construyeron para que la Diosa pudiera conocerse a sí
misma. Ella solamente aparece en el Templo cuando el Dios ha sido recompuesto,
ella lo ama, lo vibra, lo aclama, mientras él sigue creciendo, organizándose,
comprendiendo, abriéndose a los mundos sempiternos. Cuando ambos estén
preparados, se producirá la sincronicidad, será entonces cuando él la podrá ver
a ella bailar. Esta unión une género, es entonces cuando una de las Leyes de
Thot tiene que ser revisada bajo la Gran Esfinge.
Temple Inanna