MÁS ALLÁ DE TÍ Y DE MÍ
Candente
llama, espirituosa y romántica, calor que te abraza y te embarga de amor y de
alivio por saber que hay quién en verdad te ama. Candente llama, prevista del
flujo del todo y de la nada, precisa lumbre que ilumina la sede de tu alma.
Cuando
las llamas abarcaron todo nuestro Ser fundiéndome yo y él, fue cuando sentí que
era el instante de dar vida a otro Ser, a aquel que desde las hermosas aguas
llegó, fluyendo por el manantial que hasta nosotros lo llevó. Eres nuestro
hijo, eres todo nuestro don, eres lo más eterno que pudo crear el mismo Dios.
Cuando
el hijo acudió, de silencio, agua y fuego el arrecife se invadió, las aguas de
sal fueron el manantial, siendo el fuego quien con la magia de sus destellos,
dibujó la forma de aquel que iba a encarnar.
La
creación palpitó de gozo, era tal la intensidad que de repente un sinuoso
palpitar pudo escucharse, procedía del mismo altar en el que se encontraban los
más arcanos señores, los únicos que lo conocían todo, pues sólo ellos
estuvieron en los principios de los tiempos.
El
latido se acentuó las llamas y las aguas lo cubrieron todo, la vida se generó,
ardiendo de deseo el útero del universo. De nuevo…silencio… sólo vida y
silencio, nada más.
Temple Inanna