Esta
es la cualidad más angelical y amorosa de todos los éteres, pues es el plano
sustentador de todas las entidades angelicales existentes, en todos los planos
de conciencia universal. Sería el Éter Armónico el hábitat de los Ángeles en
todas sus formas de expresión de vida. Para que se comprenda mejor, las
entidades angélicas, al contrario que los Maestros y los Sanadores, jamás han
encarnado en el planeta, siempre han existido y siempre existirán como parte
más de este hermoso Reino planetario, creando y expresando en toda su vida, la
armonía, debido a que sin este estado superlativo de armonía, la propia Alma
Planetaria no podría sobrevivir como tal y su evolución podría caer en el
absoluto caos. El Éter Armónico es quien transfiere esa poderosa fuerza de
vibración constante al Alma Planetaria y a todos sus Reinos habitados, siendo
la evolución de este Reino vital para la evolución del resto de Reinos que
conviven en el planeta. Esta cualidad espectacular del Elemento Éter, es
símbolo de belleza y paz, es el que desencadena en el Alma el deseo de
recuperar ese estado y ser consecuente con la vibración en la que está
habitando, siendo el Reino Angélico un espacio en el que el Alma puede acceder
para recuperar su armonía y poder continuar. Este Reino actúa y accede siempre
que una entidad lo solicita y se ajusta al plano sensorial del Alma para
comunicarlo con su capacidad armónica, pudiendo este Reino expresarse
principalmente a través de los aromas, la música, el baile y los colores, pues
el Reino Angélico está relacionado con los Sentidos. Activar el Éter Armónico
en el Alma es abrir una puerta directa de acceso al estado de conciencia que te
produce la más firme de las armonías y esas solamente se encuentran en la
música del Alma. Es la canción del Alma, la que cuando suena nos dirige hacia
la ondas vibracionales en la que fluimos en la más absoluta paz.
Temple Inanna