13.-
Ciudad de Petra (Hemisférica) – 5D
Hábitat de Ultrasonido – Vida
del Átomo
La
Ciudad de Luz de Petra, mantiene una resonancia quántica y vital con la Ciudad
de Wienay Kodar, sería como dos Ciudades hermanadas que “trabajan” unidas en la
escenificación de los sonidos más puros que pueden desencadenarse desde el
flujo vital armonizado. Es por ello que la Ciudad de Petra, es una Ciudad “sin
ley” por lo que no acaece ningún acontecimiento per sé, que antes no haya sido
expresado en Wienay Kodar. Quizás es difícil de comprender lo que se intenta
decir, pero es importante pensar que estamos hablando de partículas de luz, de
sonido puramente luz y sonido. Las almas que acceden a esta Ciudad, han
aprendido a desarrollar por ejemplo, un bosque de luz, y saben dotar de sonido
atómico a ese bosque, para que en él habiten aquellas formas de vida con
cualidades específicas para formar parte del hábitat del bosque. Esta sería una
insignificante forma de explicar algo sumamente complejo. Lo que en realidad
intento transmitir, es que la Ciudad de Petra, es un laboratorio de pruebas
lumínicas que sirve para desvelar la música que se esconde tras el entramado
creado con los haces lumínicos. Siempre con el objetivo de que aparezcan
realidades, suficientemente relevantes como para ser habitadas por los átomos
que se sientan atraídos por el espacio tiempo. El hecho de que esté hermanada
con Wienay Kodar, tiene un fundamento claro, en esta Ciudad es donde se gestan
las almas que después van a crecer en Petra, pues para conocer la vida del
átomo, el alma precisa de un recorrido por el tiempo, correspondiente a la
ancianidad. En Petra no se encuentran más que almas ancianas, cuya naturaleza
es primordialmente atómica. Tener una naturaleza atómica, significa haber
consolidado el elemento que conocemos como el “átomo permanente” y haber
conocido la música que emana con respecto a la resonancia y alianza que ha
aprendido a crear con el propio Universo y con el logos planetario.
Esta
Ciudad, tal y como sucede con la Ciudad de Petra en Jordania, se denomina así
porque representa que nace de “excavar” la roca, tal cual sucede en la vida del
átomo permanente, una vida que ha sido excavada en la misma piedra, que nace de
lo más sólido del Espíritu, que emana de su origen y que ante sí, no existe
nada que no permita que se eleve su sonido. Es evidente que la ciudad jordana,
guarda un gran paralelismo con la Ciudad de Petra.
La
cualidad hemisférica de esta Ciudad del Luz, se debe a que está ubicada en el
interior de una mitad de una esfera, es decir, está contenida en un hemisferio,
únicamente, por lo que su base circular, representa el ecuador de la esfera y
su cielo, es una cúpula, totalmente circular. Esta cualidad hemisférica, es
propia únicamente de esta Ciudad y de su desarrollo, el ultrasónico generado en
ella, es reabsorbido por la cúpula y dinamizado repetidamente en su interior, coordinándose
con simultáneas proyecciones de luz, que al combinarse generan música divina,
que parece ser escupida de la propia “piedra”. Es la expresión más pura y
fidedigna que emana del átomo permanente.
Temple Inanna